domingo, 23 de febrero de 2014
OMAR KHAYYAM: LAS RUBAIYAT.(Fragmento)
Bajo la fronda, un libro de poesía, Un pedazo de pan, una copa de vino, y tú a mi lado siempre, con tu cantar divino: Oh ¡páramo! Que dulce paraíso seria! Gocemos en la vida cuanto nos place, Antes de que bajemos al oscuro confín, Donde el polvo entre polvo y bajo polvo yace. Sin vino, sin canciones, sin cantor y sin fin...
Mas allá de la tierra, mas allá del infinito buscaba yo el Cielo y el Infierno. Pero una voz grave me dijo: "El Cielo y el Infierno están en ti".
Abrazo Amigos Feliz Tarde!...
Frase de Khayyam: Realmente O.Khayyan es apasionante."El vino tiene el colorde las rosas, tal vez no sea sangre de viñas sino de rosas"
Frase de Khayyam: Nada me interesa ya. ¡Levántate para brindarme vino! Tu boca, esta noche, es la rosa más bella del mundo... ¡Escancia vino! ¡Que sea carmín como tus mejillas y mis remordimientos ligeros como tus bucles...
La literatura española atesora desde hoy la atinada
y meritoria versión castellana que de los "Eubaiyat"
de Omar Khayyam, el Poeta Astrónomo de Persa,
acaba de hacer Jose Castellot.
Pero, i que significa "Rubaiyat," esa palabra
donde como entre los arabescos misteriosos de los ca-
caracteres sufijos, parece chispear un rititilo de gemas
ensangrentadas ...Quien es ese orfebre que lleva un
nombre de Califa? Bien lo saben los iniciados fa-
miliares de exóticas literaturas; bien conocen ellos
que se trata de inquietante y excelsa obra lírica
y de un poeta melancólico y vidente, que no solo
vaticino desde su época remota, estados de alma de
hoy; sino que, quizás por ser un astrónomo, vislum-
bró a través de las largas noches de los tiempos, el
vacilante parpadear de la actual conciencia humana,
mas lejana hoy que nunca, del núcleo solar de la fe
antigua ; en su tiniebla espesa de verdades
que se apagan Dorando luz, como las estrellas erran-
tes ; mas poblada en su desolación de lunas espectrales
y de cadáveres de astros.
También saben los iniciados que Omar Khayyam,
ignorado hasta hoy en español, es conocido en
Europa, y sobre todo entre las aristocracias de los
pueblos sajones, al punto de haberlas fanatizado, lu-
ciendo ante sus existencias sin rumbo, una estrella...
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